Conjunciones
Se utilizan para enlazar oraciones y establecer relaciones. En español, las conjunciones se clasifican en propias e impropias.
Conjunciones propias son las que unen oraciones o elementos del mismo nivel sintáctico, grupo nominal o adjetivo, como son las conjunciones coordinantes o coordinativas: y, ni, pero, sino...: Luis caminaba triste y pensativo.
Conjunciones impropias son las que enlazan oraciones dependientes, como son las locuciones o partículas subordinantes: cómo, cuándo, que, porque, para que... Las conjunciones subordinantes degradan la oración en que se insertan y la transponen funcionalmente a una unidad de rango inferior que cumple alguna de las funciones propias del sustantivo, del adjetivo o del adverbio: Dijo que vendría. Lo hizo porque quiso.
Las conjunciones, según los distintos tipos de relaciones o enlaces oracionales que presentan, pueden adquirir valores significativos diversos, y se clasifican en dos tipos: coordinantes o subordinantes.
Conjunciones copulativas sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos
Conjunciones adversativas Las conjunciones adversativas son las que contraponen dos oraciones o términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: mas, pero, aunque. Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente que se usan como nexos adversativos: sin embargo, empero, con todo, a pesar de, no obstante, más bien, excepto, salvo, menos...
Si hay incompatibilidad entre las dos oraciones coordinadas de manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa, la coordinación es exclusiva: sino, sino que, antes bien, al contrario: No lo hizo Juan ‘sino’ Pedro.
Las conjunciones adversativas más utilizadas son pero y sino: Iría contigo ‘pero’ no puedo; mas está reducida a la lengua escrita y principalmente a la lengua literaria y expresa una corrección más suave que peor: Hizo un juramento, ‘mas’ en vano; empero pertenece al estilo literario afectado; pero y más, pueden encabezar una cláusula con sentido enfático. ¡’Pero’, Juan, si tú no estabas!
Las conjunciones disyuntivas indican alternancia exclusiva o excluyente: o, u, se coloca entre los términos que indican la alternancia o antepuesta a cada uno de ellos: Llamó Pedro o Juan. Se emplea u cuando precede a una palabra iniciada por o u ho: Lo hará uno ‘u’ otro, también para evitar la cacofonía. Otras veces, o indica que los términos unidos son equivalentes y sirven para designar una misma realidad: Todo ocurrió ‘o’ sucedió en un momento.
Conjunciones propias son las que unen oraciones o elementos del mismo nivel sintáctico, grupo nominal o adjetivo, como son las conjunciones coordinantes o coordinativas: y, ni, pero, sino...: Luis caminaba triste y pensativo.
Conjunciones impropias son las que enlazan oraciones dependientes, como son las locuciones o partículas subordinantes: cómo, cuándo, que, porque, para que... Las conjunciones subordinantes degradan la oración en que se insertan y la transponen funcionalmente a una unidad de rango inferior que cumple alguna de las funciones propias del sustantivo, del adjetivo o del adverbio: Dijo que vendría. Lo hizo porque quiso.
Las conjunciones, según los distintos tipos de relaciones o enlaces oracionales que presentan, pueden adquirir valores significativos diversos, y se clasifican en dos tipos: coordinantes o subordinantes.
Conjunciones copulativas sirven para reunir en una sola unidad funcional dos o más elementos homogéneos
Conjunciones adversativas Las conjunciones adversativas son las que contraponen dos oraciones o términos sintácticos. La contrariedad puede ser parcial o total; la parcial expresa una corrección o restricción en el juicio de la primera oración, de modo que la coordinación es restrictiva: mas, pero, aunque. Existe una serie de conjunciones que proceden de formas lingüísticas más extensas y que se han gramaticalizado total o parcialmente que se usan como nexos adversativos: sin embargo, empero, con todo, a pesar de, no obstante, más bien, excepto, salvo, menos...
Si hay incompatibilidad entre las dos oraciones coordinadas de manera que la afirmativa excluya totalmente a la negativa, la coordinación es exclusiva: sino, sino que, antes bien, al contrario: No lo hizo Juan ‘sino’ Pedro.
Las conjunciones adversativas más utilizadas son pero y sino: Iría contigo ‘pero’ no puedo; mas está reducida a la lengua escrita y principalmente a la lengua literaria y expresa una corrección más suave que peor: Hizo un juramento, ‘mas’ en vano; empero pertenece al estilo literario afectado; pero y más, pueden encabezar una cláusula con sentido enfático. ¡’Pero’, Juan, si tú no estabas!
Las conjunciones disyuntivas indican alternancia exclusiva o excluyente: o, u, se coloca entre los términos que indican la alternancia o antepuesta a cada uno de ellos: Llamó Pedro o Juan. Se emplea u cuando precede a una palabra iniciada por o u ho: Lo hará uno ‘u’ otro, también para evitar la cacofonía. Otras veces, o indica que los términos unidos son equivalentes y sirven para designar una misma realidad: Todo ocurrió ‘o’ sucedió en un momento.
Conjunciones explicativas Son aquellas que unen proposiciones que expresan lo mismo, pero de distinta forma, a fin de explicarse mutuamente. Son por lo general giros aislados entre comas como o sea, esto es, es decir, mejor dicho, id este, es más: Se fue al otro mundo, es decir, se murió.
Las conjunciones distributivas indican distribución o alternancia; repiten los términos: o... o, tanto...como.. ; Se emplean a veces unidades
iexoerosales
No hay comentarios:
Publicar un comentario